En un contexto marcado por la necesidad de generar confianza en el origen y sostenibilidad de los alimentos, la Asociación de Periodistas Agroalimentarios de España (APAE) en colaboración con la consultora de comunicación Making Known, ha presentado un estudio revelador sobre el estado actual del periodismo y la comunicación agroalimentaria en el España, que ofrece una visión crítica pero constructiva del papel que desempeñan los comunicadores en un sector clave para la economía, el medioambiente y la cohesión territorial.
Entre los datos más concluyentes del informe realizado por la compañía de investigacion de mercado Merkadhok, destaca la dualidad profesional de los encuestados, de manera que un 40 % se definen como periodistas, mientras que otro 40 % lo hacen como comunicadores, y un 20 % se identifica a si mismo como ambos. Además, un 66 % trabaja por cuenta propia, lo que refleja la creciente fragmentación del mercado laboral en este ámbito.
A pesar de su preparación, los profesionales consultados consideran que sus retribuciones no están a la altura de su aportación, señalando una clara necesidad de reconocimiento económico.
El estudio también detecta un desequilibrio en la representación del sector en los medios generalistas, de manera que aunque ha aumentado el interés informativo por todo lo relacionado con el mundo agroalimentario, la cobertura sigue siendo escasa, poco equilibrada y, sobre todo, dominada por relatos negativos.
Las causas apuntadas para ello pasan por el eco mediático de las noticias críticas en los medios generalistas, por el atractivo de los titulares conflictivos y por una visión generalizada poco positiva del sector.
Por el contrario, los medios especializados ofrecen una imagen más ajustada, aunque dirigida principalmente al propio sector, lo que refuerza un enfoque endogámico de la comunicación.
Las redes sociales se presentan como un canal con enorme potencial, aunque todavía infrautilizado, y en ellas predominan las opiniones positivas, y figuras como los agroinfluencers, que comienzan a ganar terreno en la narrativa pública.
Con todo, en el informe se señala la necesidad de profesionalizar y orientar mejor estos canales con el objetivo de llegar de forma más eficaz a la sociedad.
Desde el punto de vista de la percepción pública, la imagen del sector es moderadamente positiva, y la mayoría lo considera esencial para la alimentación de la sociedad, valorando su aportación al bienestar animal y a la sostenibilidad medioambiental. En cualquier caso, los encuestados detectan una demanda clara de relatos más humanos, emocionales y comprensibles, capaces de conectar con una audiencia más amplia y no exclusivamente técnica o profesional.
Así las cosas, las conclusiones del informe insisten en la urgencia de invertir más y mejor en comunicación, un reto que pasa por construir relatos atractivos, respaldados en datos y voces expertas, que refuercen la credibilidad y amplíen el alcance de la narrativa agroalimentaria.
Según destacan los autores del informe, solo así será posible contrarrestar una visión pública a menudo distorsionada y poner en valor a un sector estratégico que no solo alimenta, sino que vertebra el territorio español.