
Pablo Melchor, socio de Honest & Smart, y Juan Luis Polo, socio director general de Territorio Creativo, han sido los encargados de exponer sus impresiones sobre el Personal Branding, o cómo gestionar la reputación personal y empresarial en la Red, en el transcurso de un Taller de Comunicación Dircom que bajo el título “Personal Branding: aprende a gestionar tu reputación en la Red”, se ha desarrollado organizado por la Asociación de Directivos de Comunicación en colaboración con la EOI.
Pablo Melchor ha asegurado que debe existir una coherencia entre nuestra presentación externa al mundo y lo publicado en la Red. Con el auge de las redes sociales, la sobreexposición es un riesgo, y hemos de elegir cuál de nuestras múltiples facetas mostraremos en Internet... y es que el grado de control que tenemos sobre lo que se publica es mínimo, debido a la rapidez en el volcado de contenidos.
De ahí, la importancia de la imagen que proporciona nuestra ventana digital, donde lo esencial es “ser tú mismo” frente a la gran diversidad de roles que se pueden adoptar.
El plan de acción propuesto por Pablo Melchor, incluye el Ego-Surfing, o buscar tu nombre en los diferentes motores de búsqueda y así tratar de conseguir una buena posición en la página de resultados a través del multiformato. La página de Steve Jobs ha servido para ilustrar este concepto, siempre teniendo en cuenta que una buena presentación en buscadores ha de tener noticias, mención en Wikipedia, web oficial, imágenes, vídeos, blogs y twitter, entre otros.
En la jornada se ha remarcado que no puede existir control alguno sobre lo que se publica acerca de nosotros en Internet, pero sí podemos “aspirar a influir”. La construcción de dicha influencia se basa en el registro, bien a través de la adquisición de un dominio o la creación de un currículum en LinkedIn, de los contenidos que contribuyen a la creación de una imagen personal de cara a los usuarios, y la facilidad de acceso a tus publicaciones.
Juan Luis Polo ha iniciado su intervención comentando que nos encontramos inmersos en una revolución dominada por el caos. Facebook y Twitter son dos cajas vacías, cuyo éxito se debe al contenido proporcionado por los usuarios. De esta manera, no sólo podemos beneficiarnos de sus ventajas a título personal, sino que las propias empresas también pueden hacerlo. Estas últimas utilizan las redes sociales para las relaciones públicas, el branding y la generación de leads; mientras que de manera personal nos interesa satisfacer nuestro ego, fomentar el desahogo y la necesidad de creación.
Polo ha afirmando que “se acabó la Revolución Industrial”, y que ya no es posible diferenciar nuestra vida laboral y personal en Internet. Para ello debemos ser capaces de captar nuestro propio espacio a través de un dominio en la Red, y saber que ya no existe la comunicación tal y como la conocíamos.
En este proceso es necesario generar y difundir contenidos, determinar a quiénes queremos llegar, gestionar el feedback, disciplina y constancia, y el análisis de nuevas vías.
Por su parte, Sebastián Cebrián, director general de Dircom, ha remarcado que debemos “ocupar nuestro espacio en la red”, y tener en cuenta que la marca es una cuestión de percepción. Las empresas dependen de nuestra marca personal y nosotros de la suya, por lo que la unión de ambas concluye en una obtención de mayores beneficios.