Proponen un nuevo ODS 18 que garantice el derecho de las personas a entender la información

Hasta la fecha son 17 los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que los 193 Estados miembros de la ONU aprobaron en 2015 y que conforman la Agenda 2030. Ahora, con el objetivo de complementar esta hoja de ruta internacional, la Asociación de Directivos de Comunicación ha propuesto la incorporación de un Objetivo 18: Comunicación clara, ética y responsable.

 

Desde esta organización defienden que de esta manera, incorporando este nuevo objetivo en la agenda internacional del desarrollo sostenible, se podría articular, en forma de ley blanca, el derecho a entender de las personas.

Los promotores de esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de entidades internacionales como la Global Alliance for Public Relations and Communication Management, sostienen que esto permitirá acelerar los 17 ODS restantes.

Para conseguir este objetivo , se ha habilitado una web para la recogida de firmas, en l que se expone que “la Agenda 2030 es una oportunidad para proteger nuestro planeta y sus 17 objetivos suponen un llamamiento mundial a la acción", para añadir que "pero si el mundo no entiende esa llamada: ¿quién actuará?”.

En este sentido, el presidente de la asociación, Miguel López-Quesada, ha defendido el papel decisivo que tienen las empresas e instituciones a la hora de garantizar el derecho de los ciudadanos a la comprensión, al detallar que "como agentes del cambio, los directores y directoras de Comunicación son muy conscientes de que su misión pasa por hacer accesible y asequible la información que se gesta en sus organizaciones".

Además, esta iniciativa engloba otras metas, tales como como alcanzar la libertad de opinión o prensa, luchar contra las noticias falsas, educar a las personas para que utilicen los “poderes de comunicación” o apoyar el periodismo riguroso.

Este ODS 18, como los demás objetivos, serviría como guía en todos los niveles, y según sus promotores, garantizaría a escala global un mayor liderazgo, más recursos y soluciones más inteligentes.

En el ámbito local, apoyaría las transiciones necesarias en las políticas, los presupuestos y las instituciones; mientras que en el ámbito individual, generaría un movimiento imparable que impulse las transformaciones necesarias.

Alrededor de un 65 % de los españoles está preocupada por la desinformación en España, según el Digital News Report España de 2023, elaborado anualmente por Instituto Reuters de la Universidad de Oxford, que detalla que la desinformación sobre salud y ciencia es una de las más peligrosas.

En este sentido, una encuesta que exploraba la incidencia de este problema en los españoles, elaborada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), dependiente del Ministerio de Ciencia, indica que “sólo el 11 % de la población afirma estar muy seguro de identificar la desinformación”.

Por otra parte, los promotores de esta iniciativa sostienen que en los últimos años, parece que el problema de la desinformación se ha actualizado, ya que las tecnologías derivadas de la Inteligencia Artificial (IA) han sofisticado los mensajes engañosos, los deepfakes son cada vez más realistas, y las herramientas de alteración de imágenes por IA son ya armas para el perjuicio, incluso dentro de las aulas.

Sin embargo, se muestran convencidos de que la tecnología puede generar tanto perjuicios como beneficios, ya que se trata de una corriente comunicativa que aúna disciplinas interdependientes como el lenguaje, el diseño, la comunicación digital, el neurolenguaje y la inteligencia artificial.

La hoja de ruta del ODS 18 incluye una serie de objetivos a corto y medio plazo, de manera que antes de 2025, se propone conseguir convertir los mensajes emitidos por instituciones y empresas en claros, sencillos y asequibles; además de aumentar las capacidades de conexión de las personas, especialmente en las zonas más despobladas, y mejorar las habilidades digitales de la población, proporcionando alternativas analógicas.

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