El Parlamento Europeo ha aprobado la Directiva de Servicios Digitales (DSA), cuya redacción ha provocado la reacción del sector de los medios europeos, ya que el texto podría incrementar el bloqueo de distintas publicaciones de carácter informativo.
De esta manera, la publicación de esta directiva ha provocado que la Asociación Europea de Revistas (EMMA) y la Asociación Europea de Editores de Noticias (ENPA) hayan protestado, al considerar que esta Directiva de Servicios Digitales (DSG) ha salido adelante sin una “protección sólida de los derechos fundamentales”, lo cual provocará “un impacto preocupante en la libertad de prensa en un mundo cada vez más digital”.
Así las cosas, desde EMMA y ENPA lamentan que no se hayan tenido en cuenta sus peticiones en el sentido de que el contenido de los medios sea protegido frente a eventuales injerencias arbitrarias de las plataformas, algo en lo que han incidido a lo largo de toda la gestación de la normativa.
Aunque texto incluye una referencia a la libertad de prensa, estas asociaciones consideran que es claramente insuficiente, por lo que lamentan que no se haya incorporado al texto una defensa explícita del contenido de los medios ante posibles arbitrariedades.
La controversia se basa en que, además de forzar el borrado de contenido ilegal, la DSA no pone obstáculos a que las grandes compañías puedan determinar la eliminación de aquello que pueda no serlo pero resulte contrario a sus reglas internas, lo que preocupa especialmente a las organizaciones de editores, ya que los lectores más jóvenes de estos medios consumen gran parte del contenido a través de esas compañías, según refleja la última edición del Digital News Report del Instituto Reuters.
Desde estas organizaciones creen que en la redacción final del texto debería haber quedado m´ças claro que lo que es legal fuera de Internet debe serlo también en estas plataformas, de manera que la libertad de expresión no quede limitada por sus reglamentos más que por la propia ley.
Por este motivo, han pedido al Parlamento Europeo que tenga esto en cuenta para futuras revisiones de los diversos artñicyulos de esta directiva, que en los próximos tiempos tendrá que transponerse a los marcos legales de cada país miembro.
Conviene destacar que nos encontramos ante el mayor esfuerzo normativo sobre Internet de los últimos años, y que está por ver su efecto a nivel global, ya que muchas compañías podrían aplicar fuera de Europa lo que han de cumplir en el continente para evitar complejidades operativas.
Hay que recordar que el incumplimiento de esta DSA podría provocar multas del 6 % de la facturación anual total de las compañías que la incumplan, y en el caso extremo, los textos aprobados incluyen la posibilidad de forzar la ruptura de las compañías.