Analizan los nuevos riesgos reputacionales relacionados con el post Covid-19

El papel del dircom se ha reforzado tras la crisis generada por la Covid-19, y será decisivo en la nueva realidad, de forma que la respuesta de las empresas a esta crisis marcará su reputación en un futuro.

Para analizar esta situación, la Asociación de Directivos de Comunicación organizó de la mano de la consultora KPMG un nuevo seminario enfocado en las Capabilities, en esta ocasión referido a construir y fortalecer la reputación de las organizaciones, en el que Ramón Pueyo, socio responsable de Sostenibilidad y Buen Gobierno; Jerusalem Hernández, directora de Sostenibilidad y Buen Gobierno, y Enrique Rodríguez, director de Comunicación aboradaron cuestiones como el propósito corporativo, las medidas de protección, la sostenibilidad ambiental, la contribución social o la diversidad, que a partir de ahora serán más valoradas por los grupos de interés.

Pueyo indicó que en las crisis solemos aprender mucho en el corto plazo, pero poco en largo. “Sin embargo, el interés por las cuestiones ESG (Environmental, Social and Governance) va a quedar reforzado en las compañías. Invertir en ESG muestra resiliencia y provoca unos anticuerpos corporativos”, advirtió. Según el responsable de Sostenibilidad y Buen Gobierno de KPMG, la opinión pública y los inversores dotarán de mayor importancia a las cuestiones relativas a la ESG. “Los más innovadores ya hablan de la EESG (se suma Employees), en la que perspectiva social interna ha generado un gran interés en los últimos tiempos. Inversores y analistas indican que las empresas van a ser examinadas con más rigor, en las medidas de seguridad de los empleados, en los planes de continuidad de negocio, en cómo van a luchar contra las desigualdades sociales y en la brecha salarial, o por la defensa del empleo y los derechos humanos”, advirtió.

Jerusalem Hernández se refirió por su parte a los nuevos riesgos reputacionales que han surgido tras la pandemia de la Covid-19, insistiendo en que “hasta la aparición de la crisis sanitaria, existía una tipología de riesgos relacionados con la estrategia, la innovación, la gestión del talento, el compliance o la ética. Tras la pandemia, se ha modificado la sensibilidad social y repercute en el impacto que va a tener en la reputación de las compañías cualquier suceso que ocurra”.

Durante el encuentro, Hernández hizo referencia al nuevo escenario de desigualdad, pesimismo e indignación que ha provocado la crisis, y explicó que “la atención pública va a aumentar, pero debemos asumir que en momentos así no podemos lograr una nota de diez en nuestra actuación como compañía o tener un riesgo reducido. En entornos cambiantes siempre habrá público que sienta que nuestra actuación no fue lo suficiente. Pero las compañías deben ser valientes y trabajar de forma inteligente la reputación corporativa interceptando las diferentes amenazas que pueden surgir”.

Por su parte, Enrique Rodriguez afirmó que para enfrentarnos a estos riesgos debemos ser coherentes y trabajar la estrategia de comunicación de dentro hacia afuera, y advirtió que “primero hay que hacer los deberes en casa, abrazar el cambio climático y social. Los grupos de interés están exigiendo una comunicación coherente y compañías auténticas que tengan un propósito creíble”.

El encuentro concluyó con una reflexión sobre el decisivo papel que va a jugar el dircom en el camino hacia la sostenibilidad, cuando Hernández apuntó que su rol no sólo ha crecido en importancia tras la pandemia, sino que ha quedado demostrada la calidad de los profesionales que han dirigido la comunicación de las compañías durante esta situación de alerta sanitaria. “Los dircoms han sabido orientar los mensajes y los discursos de los líderes, y han estado a la altura en cuestiones de transparencia, tono y contenido”, afirmó.

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