Los comandos Este y Sur fueron los primeros del Ejército ucraniano que declararon como "zonas rojas" todas las ciudades a lo largo de la línea del frente, algo que viene a significar que los periodistas ya no pueden trabajar allí, debido a las nuevas reglas que se aplican al trabajo de los informadores en las inmediaciones del frente.
Además de rojas, también hay "zonas amarillas", en las que los periodistas solo pueden informar si están acompañados por un oficial de prensa del Ejército; m ientras que sólo en las "zonas verdes" se puede seguir ejerciendo el periodismo con normalidad.
La ubicación precisa de estas zonas se clasifica como "información privada", a la que solo tienen acceso los interesados. Además, Ucrania tiene la intención de reevaluar las acreditaciones de periodistas emitidas durante 2022, y en el futuro, los informadores tendrán que renovar sus permisos de trabajo cada seis meses, si quieren seguir informando sobre la guerra en aquel país.
En este sentido, Nataliya Humenyuk, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Ucrania en el sur, asegura que las nuevas reglas no se han introducido para poner obstáculos a los periodistas, sino, más bien, para garantizar "un trabajo adecuado, teniendo en cuenta la situación de seguridad y las necesidades del Ejército".
Al mismo tiempo, Ilya Yevlash, jefe de prensa del grupo de tropas "Jortytsia", responsable de la mayor parte del frente en el Donbás, ha explicado al portal DW que los periodistas tienen en la actualidad prohibido trabajar en Bajmut, por ejemplo; mientras que en Konstantinovka, a solo 20 kilómetros de distancia, solo se les permite estar acompañados por militares.
Por otra parte, puede darse el caso de que los militares castiguen las infracciones en este sentido retirando la acreditación, que es precisamente lo que les sucedió a periodistas de los canales de televisión estadounidenses CNN y Sky News, y a otros de los canales ucranianos Suspilne y Hromadske, en noviembre de 2022.
Así las cosas, la asociación de medios, periodistas y organizaciones sociales ucranianas Mediaruch considera que el sistema de zonas supone "una limitación demasiado estricta" y ha pedido al Ejército "que normalice de inmediato el acceso a la información sobre los combates".
Por su parte, la Asociación Nacional de Periodistas de Ucrania y el Comité Internacional para la Protección de Periodistas han pedido al Ejército ucraniano que reconsideren las nuevas reglas; y Reporteros sin Fronteras (RSF) ha expresado su malestar declarando que "creemos que las nuevas reglas son exageradas", en palabras de Christian Mihr, director de RSF Alemania.
Desde las Fuerzas Armadas ucranianas se justifican asegurando que en la zona "amarilla", por ejemplo en zonas de Jersón y Nicolaiev, el Ejército no dispone del suficiente número de oficiales de prensa para acompañar a todos los periodistas; mientras que la portavoz de prensa, Nataliya Humenyuk, ha subrayado que los periodistas en el sur de Ucrania aún pueden informar desde la "zona roja" si se gtrata de algún caso especial.
Por su parte, Ilya Yevlash ha destacado que los periodistas continúan viajando "sin ningún cambio particular" en el sector controlado por el grupo de tropas "Jortytsia", aunque según algunos medios, esto solo se aplica para determinados medios.
En este contexto, catorce periodistas ucranianos que trabajan en primera línea han emitido una declaración en el que se quejan de que, solo unos días después de la introducción de las zonas, se enteraron de que había una lista de medios de comunicación a los que las autoridades todavía permitían informar sobre las hostilidades desde la "zona roja".
Así las cosas, miembros de las oficinas de prensa de distintas unidades del Ejército ucraniano y el estado mayor general ha asegurado que las nuevas reglas para los medios provienen de la oficina presidencial, desde donde "se quiere tener control sobre la comunicación entre los militares y los medios, especialmente cuando se trata de periodistas extranjeros".