La prensa crítica del Gobierno argentino suele publicar comentarios jocosos sobre las declaraciones del jefe de gabinete de ministros de Argentina, Jorge Capitanich, que en varias ocasiones ha metido la pata. Sin embargo, en una rueda de prensa celebrada recientemente en la Casa Rosada, este alto cargo ha superado todo lo conocido al mostrarse tan enfadado que ha hecho "literalmente" trizas dos artículos del periódico Clarín.

"¡Todo esto es basura, todo el tiempo es mentira y basura, por eso es importante que el pueblo argentino sepa quién le miente; esto es lo que hay que hacer [romperlo]!" ha proclamado el alto cargo antes de cortar en tiras sendos artículos del periódico, al cual el gobierno ha estigmatizado con el eslogan "Clarín miente".

El primer artículo que Capitanich ha desmentido y ha convertido en trozos delante de las cámaras fue publicado el domingo y aseguraba que el fallecido fiscal Alberto Nisman, en su denuncia contra la presidenta Cristina Fernández como supuesta encubridora de varios acusados iraníes, sugirió al juez la citación a declarar de la mandataria, pero lo quitó en el último momento.

Sin embargo, el juez Ariel Lijo explicó que él mismo había borrado aquel párrafo de la denuncia, al publicarla en la página oficial de la Corte Suprema, para no revelar las posibles medidas de prueba.

El segundo era un artículo de opinión que se refería a declaraciones previas de Capitanich, quien al día siguiente de que Nisman fuera encontrado muerto vinculó la noticia con un supuesto intento por deslucir la buena temporada de turismo estival, con las playas bonaerenses atestadas de bañistas. "Yo nunca dije eso, sí dije: 'quieren hacer un montaje con una denuncia falsa'", ha sostenido el funcionario y ha hecho trizas el papel.

Lo que ocurre es que Capitanich y la presidenta, según la prensa crítica, llevan dos semanas de nerviosismo absoluto porque el Gobierno aparece en el centro de las sospechas por la muerte de Nisman. Aunque hasta ahora los indicios relevados por la pesquisa parecerían apuntar a que se trató de un suicidio, el 80 % de los ciudadanos argentinos no cree en esa hipótesis, incluida Fernández, y piensa que lo asesinaron, según las encuestas.

Nisman, que investigaba el aún impune atentado terrorista a la mutual judía AMIA, 85 muertos en 1994, fue encontrado en su piso con un balazo en la sien el domingo 18 de enero, horas antes de que se presentara en el parlamento a fundamentar la denuncia que había radicado contra Fernández.