Andrea Tornielli, nuevo director Editorial del Dicasterio para la Comunicación

Andrea Tornielli, hasta la fecha responsable del espacio Vatican Insider del diario italiano La Stampa, ha sido nombrado responsable de la línea editorial de las comunicaciones vaticanas.

Tornielli, veterano vaticanista, estaá considerado desde hace tiempo como el periodista religioso más cercano al Papa Francisco, hasta el punto de que en el mundillo de los vaticanistas se le venía considerando como su portavoz oficioso, por lo que el nombramiento no hace sino oficializar lo que era ya ‘vox populi’, y apuntala un dicasterio en el que el Papa ha puesto una gran ilusión, consciente de que la comunicación es un arma especialmente eficaz en nuestro tiempo.

Estoy convencido de que siempre hay una creciente necesidad de un periodismo cuente los hechos antes que comentarlos”, ha escrito Tornielli en declaraciones oficiales aparecidas en el órgano online de la Santa Sede, Vatican News, para agradecer su reciente nombramiento como responsable editorial del Dicasterio para la comunicación.

Un periodismo que, en la época de los slogans, esté en capacidad de analizar la realidad teniendo siempre en cuenta todos sus factores. Trataré de ponerme al servicio de la articulada estructura informativa de la Santa Sede y de las grandes profesionalidades periodísticas y técnicas que expresa, para ayudar a comunicar, con todos los medios y utilizando todas las plataformas, de manera simple y directa, el magisterio del Papa que —como demuestran las homilías diarias de Santa Marta— acompaña al pueblo de Dios en todas las partes del mundo”, ha explicado Tornielli, en lo que es toda una declaración de intenciones

A lo largo de la historia de la Iglesia, los fieles corrientes podían pasar toda su vida, manteniendo una práctica cristiana plena y perfectamente ortodoxa, sin que le llegar un solo mensaje del Papa o los papas de su tiempo. Incluso cuando las modernas comunicaciones han cambiado radicalmente nuestro acercamiento a las palabras del Santo Padre, los dos últimos pontífices contemporáneos con el actual auge de las comunicaciones y la globalización han mantenido un flujo discreto de alocuciones dirigidas a los fieles y limitado las intervenciones a mensajes meditados con tiempo y posteriormente difundidos o leídos.

Juan Pablo II fue el primer Papa en conceder una entrevista periodística -que fue única-, y aún más lacónico fue su sucesor. Francisco, por el contrario, se ha prodigado extraordinariamente, y solo en entrevistas personales ya no pueden contarse con los dedos de una mano, con resultados no siempre felices por la imprecisión inherente al lenguaje que cualquiera usa en un coloquio informal.

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