La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (Fape) ha solicitado al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, que independientemente del resultado de las elecciones del 20-N, no inserte su publicidad en los medios de comunicación a través de los cuales se publicite la prostitución. La presidenta de la organización, Elsa González, ha solicitado que se retire la publicidad institucional a quienes sigan beneficiándose de los denominados eufemísticamente como "anuncios de contactos" que, dijo González, "convierten a la mujer en mercancía y en la que sufre una desvalorización completa, que pugna con su dignidad como persona".
Estas declaraciones de la presidenta de la Federación tuvieron lugar en el transcurso de la Jornada sobre prostitución y medios de comunicación que se celebró en Sevilla organizada por la Asociación de la Prensa de Sevilla y la Delegación de la Mujer del Ayuntamiento de esa capital.
"Muchos editores se aferran a esta publicidad de la prostitución como los consejeros de RTVE lo hacen a sus cargos, después de votar a favor de la censura previa", señaló la presidenta de la FAPE mostrando la incongruencia de la realidad a debate. "Fape –recordó- ha sido pionera en apostar por la supresión de estos anuncios".
Para Elsa González, los anuncios de prostitución en los diarios suponen "colaboración con las mafias, deterioro de la imagen de los medios en la sociedad, nos señala como una rareza en Europa, limita la difusión de la prensa poniendo serias trabas a que ésta se introduzca en las aulas y entorpecen el Periodismo ético, nuestra tabla de salvación para recuperar credibilidad. Los medios de comunicación que insertan estos anuncios favorecen y negocian con la explotación sexual", concluyó.
Durante su intervención, la presidenta de la Federación también remarcó las dificultades legales a las que habrá que hacer frente para prohibir este tipo de publicidad en los medios, ya que, para lograrlo, según el Consejo de Estado, sería necesario aprobar una norma con rango de ley.
Por último reflexiono acerca de la coherencia de los códigos deontológicos de los medios, cuando incluyen publicidad capaz de sonrojar a cualquier ciudadano.