La irrupción de la tecnología en el sector de la abogacía obligará a los nuevos profesionales a aprender nuevas habilidades para triunfar en la abogacía de los negocios, y las redes sociales se posicionan poco a poco como herramientas válidas para la captación, imagen y fidelización para los bufetes y firmas legales. Se trata de una de las conclusiones de un estudio sobre la comunicación en el sector, que concluye que los despachos jurídicos españoles con mayor presencia en la red son Legálitas, Cuatrecasas, Uría Menéndez y Garrigues.
Según el informe, en la actualidad solo la mitad de los despachos de abogados apuesta por la comunicación para mejorar su reputación, pero la industria legal está empezando a darse cuenta de cómo las redes sociales pueden ayudar a los abogados a cimentar las relaciones personales, fundamentales para el negocio, y de hecho, cada vez más abogados consiguen trabajo como resultado de interacciones que han comenzado a través de las redes sociales, particularmente LinkedIn.
Para ello, según el estudio elaborado por la consultora Comunica + por -, es importante adaptar el lenguaje jurídico a las redes y la mano de los profesionales de la comunicación, que pueden traducir un lenguaje legal complejo en mensajes claros y atractivos.
La clave para conseguir seguidores en las redes sociales pasa porque el contenido esté bien segmentado, que no se publique solamente contenido propio, sino que se publique contenido relacionado con el sector, además de seguir a gente relevante del Derecho o de una especialidad jurídica concreta, o a potenciales clientes e interactuar con ellos.
Pero las redes sociales también tienen sus riesgos, y un mal uso de estas potentes herramientas, pueden llegar a desprestigiar a la firma. Además, en caso de sufrir una crisis en redes, todas ellas cuentan con un protocolo de actuación que, en la mayoría de los casos, es reservado, que estudia el alcance de la situación y, dependiendo de su intensidad, permite tomar las decisiones oportunas.
El estudio concluye que se trata de un sector cada vez más competitivo y con exceso de oferta, y que las redes sociales son un vehículo idóneo para buscar la diferenciación. Los grandes despachos puede que utilicen las redes solo para captar abogados y monitorizar su reputación on-line, pero los jóvenes abogados y despachos pequeños utilizan las redes sociales como una ventana, de fácil acceso, que bien aprovechada va a facilitar un conocimiento de su marca y les van a ayudar a posicionarse como referente en un determinado nicho de clientes.