Las mujeres tienen mayor presencia en las redes sociales y las utilizan más que los hombres, según el último estudio anual de IAB, que sitúa los porcentajes en un 51 % de representación femenina frente a un 49 % de la masculina, y muestra que la edad media de la usuaria es de 35 años.

Este potencial femenino en el ámbito de las redes sociales también se traduce en la toma de decisiones sobre las mismas, y en el caso de España, son las mujeres las que dirigen las principales plataformas como Twitter, Facebook o Google.

En España, el 96 % de los usuarios de redes sociales se conecta a WhatsApp cada día, el 81 % a Instagram y el 78 % utiliza Facebook, según el estudio de IAB.

La directora general de Twitter para España y Portugal, Nathalie Picquot, ha explicado en este sentido que durante el confinamiento “la gente buscaba compañía en Twitter y es algo que a los que trabajamos en la plataforma nos ha emocionado mucho”, y afirma que la riqueza de Twitter es conversar con cualquiera desde cualquier parte del mundo, ya que “te permite conectar con personas que no conoces y compartir intereses diversos”. La responsable de Twitter, que también trabajó durante 11 años en Google España, ha afirmado que en la compañía se esfuerzan en “proteger la salud de la conversación” reforzando las normas de seguridad para evitar tuits abusivos, manipulaciones o fake news.

Irene Cano, directora general de Facebook España y Portugal desde 2012, considera por su parte que la pluralidad es uno de los puntos fuertes de su plataforma, al afirmar que “uno de los valores de la empresa y una de las directrices clave es que el equipo sea diverso. También es algo que impone el negocio. No puedes tener ni tomar decisiones adecuadas si no entiendes a tus usuarios”.

Para Cano, con experiencia previa en Yahoo!, Google y Orange, innovar y arriesgar forma parte del ADN de Facebook, un gigante que se expandió adquiriendo Instagram y WhatsApp. “

A favor de la diversidad también se muestra Fuencisla Clemares, directora general de Google en España y Portugal desde 2016, que defiende que las mujeres son “unas buenas gestoras del cambio”, aunque defiende que lo masculino y lo femenino son complementarios y pueden aspirar a lo mismo. Para ella, la cultura corporativa siempre debe ser más inclusiva.