Un estudio eslaborado por la consultora de comunicación interna Steeple, convluye que un 60 % de los trabajadores tienen configuradas herramientas de comunicación corporativa en sus dispositivos móviles personales, que usan con asiduidad.
Las aplicaciones corporativas más habituales según el estudio son el correo electrónico y las plataformas de mensajes, lo que demuestra que las empresas españolas no son capaces de poner a disposición de sus empleados herramientas que les permitan estar correctamente informados de lo que ocurre en sus lugares de trabajo. Este problema se muestra más acuciante en sectores en los que parte de la plantilla se encuentra disgregada en diferentes localizaciones, como es el caso de los sectores industrial, retail o transporte.
Según ha explicado Nuria Soler, directora de marketing de Steeple, "a las industrias cuyas plantillas se encuentran divididas entre las fábricas, las oficinas centrales y el transporte, les resulta muy complicado hacer llegar los mensajes corporativos a todos los empleados, así que muchas optan por la vía fácil y se centran en difundir sus mensajes a través del correo electrónico, lo que deja fuera de la comunicación a todos los empleados que no trabajan con un ordenador o no tienen cuenta de correo”.
Por otra parte, la pandemia y el auge del teletrabajo han puesto en evidencia la fragilidad de la comunicación interna, de forma que los trabajadores de las oficinas, que históricamente habían estado mejor informados, se encuentran abandonados desde marzo de 2020. En este sentido, para Soler, “la mayoría de las empresas realizan una comunicación unidireccional, motivo por el que los empleados no se implican, ya para ellos supone una carga de trabajo y acaban ignorando los mensajes o consultándolos en sus ratos libres, de ahí que más de la mitad acaben utilizando sus dispositivos móviles personales”.
Para el 83 % de los trabajadores encuestados por Steeple, la comunicación interna se ha convertido en un proyecto empresarial prioritario tras el estallido de la pandemia, al tiempo que los empleados quieren tener más voz dentro de la empresa, y ya no se conforman con ser solo receptores de las acciones de comunicación.
En este sentido, demandan que la empresa ponga a su disposición herramientas de colaboración e interactivas, de manera que “si los empleados fueron indulgentes durante la primera etapa de esta crisis, sin duda les resultará difícil perdonar futuras deficiencias. Por eso es importante que las empresas le otorguen a la comunicación interna el lugar que se merece”, opina Soler.