Soraya Saenz de Santamaría consolida a Echenique en RTVE

sorayayecheniqueLa decisión del tándem Sáenz de Santamaría-Montoro de liberar los fondos necesarios para evitar la quiebra de RTVE ofrece lecturas colaterales. Y es que la inyección de capital de 130 millones aprobada por el Gobierno para la Corporación habría sido imposible sin la luz verde de la vicepresidenta, máxima valedora del presidente, Leopoldo González-Echenique, cuyo nombramiento ella misma promovió.

Su último favor, que para muchos en la casa consolida la continuidad del primer ejecutivo hasta el final de la legislatura, desafía el clamor de críticas en el Partido Popular contra la política informativa de la televisión pública. De hecho, aunque la última crisis se ha vestido de drama financiero, lo que subyace a los dineros es la sensación en amplios sectores del PP de que la cadena no sólo no es sensible a los intereses del partido, sino que da cobijo con alegría al enemigo.

Cuenta el diario El Mundo que a Montoro le duele ser generoso con los agujeros de RTVE cuando toda la Administración funciona en economía de guerra, pero no lo es menos que la principal preocupación que recorre a diputados, ministros y líderes autonómicos populares es la falta de control sobre los telediarios cuando se acercan procesos electorales decisivos.

En este contexto debe buscarse explicación al paso al frente dado por Vicepresidencia, que ha saldado el reto de espaldas al sentir de los suyos, deseosos de ver rodar las cabezas de Echenique y, en cascada, del director de Informativos, Julio Somoano.

Paradójicamente, la única víctima provocada por el último entuerto ha sido el director de TVE, Ignacio Corrales, saliendo ilesos el presidente y el jefe de los telediarios. El propio Consejo de Informativos ha pedido reiteradamente la salida de Somoano.

El cambio de Corrales no supone nada en los puestos clave y consolida el triunfo de Soraya Sáenz de Santamaría sobre Génova, que en su día promovió una serie de grupos de trabajo para desembarcar ideológicamente en Prado del Rey.

La mano de Vicepresidencia también se intuye por la laxitud del plan comprometido por Echenique a cambio de los 130 millones que le permitirán restablecer su equilibrio patrimonial y evitar la quiebra, aunque Montoro siempre quiso ir más lejos. El Plan de Eficiencia comprometido por el presidente a cambio de la dotación de fondos implica ahorros de apenas 32 y 35 millones en 2014 y 2015, respectivamente.

Como principales medidas, la integración de Teledeporte en La 2 o, en el plano laboral, la puesta en marcha de bajas incentivadas y la reducción de gastos variables. En esencia, cosmética.

Los 130 millones son un mero parche para salvar ese escollo a la espera de introducir ajustes en el sistema de financiación, la verdadera piedra de toque para el Gobierno.

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