El jefe de seguridad de Presidencia de la Generalitat, un funcionario de policía adscrito a la administración autonómica, interrogó por espacio de tres horas al responsable de prensa del vicepresidente del Consell, José Císcar, en relación con la filtración de diversa documentación sensible del área de presidencia de la Generalitat.

El interrogatorio forma parte de un proceso abierto en el Palau de la Generalitat después de que se dieran por concluida otra investigación a cargo de presidencia, e incluso la investigación judicial que se puso en marcha como consecuencia de la difusión de diversos documentos entre los que se incluyó una nómina de Alberto Fabra, así como facturas relativas a gastos efectuados supuestamente por la secretaria de Organización, Esther Pastor.

La investigación, que habría tenido lugar antes del pasado verano, revela la apertura de un nuevo proceso interno a la búsqueda de las filtraciones realizadas sobre esta documentación. El topo de Presidencia, como se vino a denominar coloquialmente al responsable de la fuga de esta información, ha sido hasta la fecha imposible de localizar. Con todo, el entorno más cercano al presidente de la Generalitat siempre ha mantenido sus sospechas sobre algunos de los funcionarios del área de vicepresidencia.

Una teoría que, de alguna manera, venía a señalar entre los responsables de lo sucedido al número dos del Gobierno valenciano.

Cuenta el diario Las Provincias que el interrogatorio al responsable de prensa de vicepresidencia, Juan Botella, se habría realizado en un ambiente de mucha tensión y en términos muy duros, según las fuentes consultadas por este diario, y se habría prolongado por espacio de tres horas. Las mismas fuentes aseguran que lo ocurrido habría causado una gran conmoción en el alto cargo interrogado, una de las personas más cercanas a Císcar.

La filtración de documentación ha afectado de manera esencial a Fabra y a Esther Pastor. La denominada Asociación contra la Corrupción, una entidad que hace ahora justo un año vio la luz con la supuesta intención de airear todo tipo de corruptelas, reveló el contenido de una nómina del presidente del Consell. De Pastor, la persona más cercana al presidente del Consell, se revelaron supuestas facturas relativas a noches de hotel -presuntamente al margen de la agenda oficial de presidencia de la Generalitat- y gastos de alimentación de supuesto consumo personal y que habrían sido cargados a las arcas autonómicas.

En los últimos meses se han producido diversos relevos de algunos de los altos cargos del área de vicepresidencia. Las salidas han sido interpretadas como una prueba de la pérdida de influencia del número dos del Consell, en beneficio de Esther Pastor.