Bolaño presentó su carta de dimisión al presidente de la Generalitat, José Montilla, en la que hace un balance "muy positivo" de su relación con él, aunque constata que es el momento de dar paso a otras personas que, "con renovadas fuerzas y ánimos, hagan un mejor servicio a la causa del catalanismo de izquierdas".
Su decisión ha sido "muy meditada" y su trabajo es "muy duro", dice, pero asegura que sigue dispuesto a dar "un impulso" al proyecto de que Cataluña "deje de mirarse el ombligo y tenga una mirada abierta para afrontar su futuro".
"Espero seguir cerca tuyo para conseguir los objetivos que fijes como presidente de la Generalitat de Cataluña al frente del país", acaba diciendo el texto de la carta.
Bolaño explica que ha estado trabajando con Montilla más de diez años, con "satisfacciones y algunos sobresaltos" propios de la política. Según alega, tantos años con este trabajado "afectan a la vida privada y a las relaciones personales".
Sin embargo, tras casi dos años de legislatura, el ya ex-director de Comunicación considera necesarios "cambios para renovar las ilusiones y mejorar los instrumentos del ejecutivo para llegar a los ciudadanos".