El Colegio de Abogados de Madrid gestiona como puede la polémica sobre su caro dircom

Los 14 miembros de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) debatieron por videoconferencia durante cinco horas el futuro de Alfonso Merlos al frente de la comunicación de la corporación a raíz del escándalo amoroso que ha protagonizado. Merlos lleva ostentando el cargo de director de comunicación de la institución desde enero de 2018, pero un triángulo amoroso y el flaco ejemplo que dio saltándose el confinamiento, hicieron que se incluyera como punto en el orden del día el caso para decidir sobre la continuidad del contrato por el que percibe anualmente 185.000 euros, más otros 90.000 para cubrir los gastos de comunicación.

Tras un debate acalorado de la directiva de la organización, parece el contertulio político seguirá al frente de la comunicación de la misma, aunque con algunas condiciones como la revisión de las condiciones económicas y el cese de sus apariciones televisivas, que consideran que son incompatibles con el puesto que ocupa en la corporación.

El decano del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), José María Alonso, consiguió convencer al resto de la Junta para evitar que se votase. Finalmente parece que la solución de consenso es que se va a revisar su contrato, se va a estudiar si es más apropiado un contrato laboral o como autónomo y si puede seguir yendo a las televisiones, como hasta ahora, al considerar que muchas de esas apariciones son incompatibles con ser director de la organización.

Merlos estaba contratado hasta la fecha a través de su empresa, Trocadero Comunicación, y no a título personal, con un contrato de 120.000 euros fijos, más 30.000 en concepto de bonus o de ingresos variables. La condición para que Merlos cobrara ese incentivo fue que abaratara el gasto de la partida de Comunicación, lo cual se consiguió después de despedir a cuatro personas y contratar a dos con sueldos más bajos.

No está claro si las indemnizaciones que el ICAM tuvo que dar a los despedidos contaron como gasto, pero lo cierto es que Merlos cobró su bonus. La contratación del comunicador, mediante esta sociedad lleva de esta manera camino de convertirse en un escándalo comparable al protagonizado por el periodista, su ex novia despechada Marta López y la reportera de Socialité Alexia Rivas, que apareció sin mucha ropa por detrás de él mientras concedía una entrevista.

La Junta de Gobierno de la organización colegial ha publicado el contrato pero en lugar de aplacar las críticas, en algunos sectores del colegio la indignación creció. El actual decano, José Mª Alonso, eligió a Alfonso Merlos para dirigir su campaña electoral y de comunicación en las elecciones a Junta de Gobierno del ICAM de diciembre de 2017. Tras ganar las elecciones tomó posesión como Decano el 8 de enero de 2018, y en la reunión de la Junta de Gobierno de 2 de febrero de 2018 fue el propio Decano el que propone la contratación de la empresa Trocadero para prestar los servicios de comunicación.

La Comisión Ejecutiva del ICAM aprobó la contratación de Merlos para la prestación de los servicios de comunicación del Colegio y conforme al borrador del contrato elaborado por el Departamento de Servicios Jurídicos de esta Corporación. Posteriormente, la Junta de Gobierno celebrada el 27 de febrero de 2018, ratificó los acuerdos tomados por la Comisión Ejecutiva del ICAM.

De acuerdo con el contrato se deduce que el ICAM contrató a Trocadero Comunicación S.L, y no a Alfonso Merlos, según el acuerdo delegado de la Junta de Gobierno, de 2 de febrero de 2018, y el adoptado por la Comisión Ejecutiva del ICAM, de 7 de febrero siguiente. Este detalle ha hecho que algunos colegiados expresen las dudas sobre la legalidad del contrato, al no existir acuerdo concreto de la Junta de Gobierno sobre la contratación de dicha sociedad. De hecho, el contrato lleva fecha de 5 de marzo de 2018 pero surte efectos desde el 2 de febrero de dicho año, que es precisamente la fecha en la que la Junta de Gobierno adoptó el acuerdo de contratación del periodista, delegando en la Comisión Ejecutiva que lo ratifica sin mencionar a Trocadero Comunicación S.L.

En el contrato, el ICAM se reserva el derecho a resolver unilateralmente el contrato "en caso de venta a terceros de participaciones sociales que supongan directa o indirectamente la pérdida del control empresarial por parte del Sr. Merlos de la sociedad", lo que para abogados colegiados en el ICAM "acredita que la contratación de una sociedad era innecesaria pues está ocultando una prestación personal de servicios profesionales".

Como honorarios profesionales el ICAM se compromete abonar 120.000 euros anuales, en doce mensualidades, más unos honorarios profesionales variables en el primer año de 30.000 euros. La suma de ambos más el IVA (21 %) da la cifra de 181.500. La parte variable quedaba condicionada a una mejora del coste del Departamento de Comunicación del ICAM y de los gastos asociados al mismo, que debían concretarse a 31 de diciembre de 2018 y se fijaban en una reducción de los costes del Departamento que debían pasar de 615.000 a 492.000 euros, incluido el importe del contrato de Trocadero Comunicación S.L..

Merlo cobró su bonus pero hubo despidos Son muchos los abogados que llaman la atención de que la Junta de Gobierno del ICAM permitiera que Alfonso Merlos cobrara los honorarios variables de 30.000 euros en el año 2018 fueron despedidos cuatro trabajadores del área de Comunicación, y se contrataron dos nuevos para dicho área con salarios inferiores a los de los despedidos.

En el contrato se estipula que "en los costes a efectos del cálculo para el devengo, en su caso, de la retribución variable que se estipula no computarán posibles cantidades indemnizatorias a trabajadores actualmente adscritos al Departamento de Comunicación del ICAM". El ICAM despidió a cuatro trabajadores del Departamento de Comunicación, asumió con cargo a su presupuesto el importe de las indemnizaciones en despidos considerados como improcedentes y, de esa forma, Alfonso Merlos pudo cobrar los 30.000 euros de honorarios variables estipulados contractualmente, al recortar gastos, sin tenerse en cuenta el coste de las indemnizaciones.

El contrato prevé que en la prestación de servicios y ejecución de obra Alfonso Merlos puede auxiliarse de personal propio de Trocadero Comunicación S.L., sin embargo, según fuentes conocedoras de su forma de trabajar, "siempre ha utilizado a los trabajadores del ICAM". Trocadero Comunicación sólo declara en sus cuentas anuales un trabajador con la categoría de licenciado en Administración y Dirección de Empresas.

El contrato establece que Trocadero tendrá libertad e independencia organizativa, de desarrollo y de funcionamiento acerca del desempeño de la función encomendada, por lo que el ICAM no impone a Merlos, a quién paga 150.000 euros más IVA, ni unas horas de presencia mínima, ni exclusividad en su desempeño profesional. El contrato se pactó por un año, pudiendo ser renovado tácitamente por anualidades, de no mediar denuncia expresa con un mes de antelación al vencimiento . Por ello se ha prorrogado tácitamente el 2 de febrero de 2019 y el 2 de febrero de 2020.

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