La crisis ha golpeado fuertemente al sector publicitario y ha dejado en la sombra a los eventos, un campo de la comunicación que puede enfocar a las marcas hacia las relaciones públicas pero que en periodo de recesión ve sus presupuestos y su importancia recortada a la mínima expresión. La revista Anuncios ha llevado a cabo una encuesta a diversos directivos del sector para esclarecer cuál es la situación de este mercado y cuál es el enfoque que siguen las empresas a la hora de gestionar estas cuentas y de innovar sin molestar a los consumidores.
"Mientras la planificación publicitaria tiene responsables directos ocupándose de trabajar con las agencias, la de los eventos brilla por su ausencia en la mayoría de los casos", explicó Ander Bilbao, consejero delegado del Grupo Sörensen, quien lamentó que este asunto sea llevado por profesionales que no están dedicados específicamente a este tema. Para Bilbao la especialización es algo que realizan una minoría de los profesionales, lo que sumado al parón puntual está generando un replanteamiento de los formatos que se utilizan para estos eventos.
"La recesión ha causado un gran impacto en la planificación de las empresas, que así siempre se van desarrollando al día: según los recursos disponibles ese mes se cancelan eventos ya contratados o, por el contrario, se solicitan pequeños proyectos", ha afirmado por su parte Fermín Pérez, director de Global Events.
"Los eventos se reducen en general a los imprescindibles y los presupuestos se rebajan hasta el mínimo indispensable", explican estos expertos, que añaden que esta tendencia supone un reto para las agencias, "que tienen que buscar soluciones para intentar alcanzar un impacto y una calidad alta pero a un coste muchísimo inferior".
Sin embargo, la mayoría coincide que se trata de una actividad que forma parte de las estrategias 360º, donde el marketing vivo, con sus extensiones por la red y otras plataformas tiene más probabilidades de completar el círculo de atención al cliente e imagen de marca.