Reacciones ante el caso de la periodista espía
El periódico hispano más influynte de Nueva York, el Diario-La Prensa, se sintió “traicionado” cuando una de sus periodistas se declaró culpable de participar en una red de espionaje para Rusia, y por eso va a crear una comisión independiente para revisar sus prácticas editoriales.

Vicky Peláez, nacida en Cuzco, llevaba 22 años trabajando para El Diario-La Prensa, el mayor periódico en español de la ciudad de Nueva York, cuando se declaró culpable de asociación ilícita para actuar como agente secreto de la Federación Rusa y fue expulsada, junto a su esposo y otras ocho personas a Rusia.

Cuando Peláez y los otros se declararon culpables de conspirar para actuar como agentes sin registro de un gobierno extranjero, nos sentimos traicionados tanto como periodistas como estadounidenses”, señalaron fuentes del diario.

El rotativo señaló que, aunque ninguno de los cargos contra Peláez estaban relacionados con su trabajo para el diario, “en aras de la transparencia, estamos convocando una comisión académica independiente para que revise nuestras prácticas”.

Sabemos que la credibilidad es la esencia de nuestro oficio”, indicó el periódico. El Diario publicó un editorial en respuesta a otro publicado por el Wall Street Journal que criticaba a la publicación hispana por “adoptar” la política claramente izquierdista de Peláez y permitir que el gobierno cubano le pagara un viaje en el 2006 a la isla. Esa acusación fue realizada por un ex editor de El Diario-La Prensa que habló con el Wall Street Journal.

El Diario-La Prensa respondió que es “una declaración abiertamente falsa”. “El Diario pagó el viaje de Peláez y de un fotógrafo a Cuba para cubrir los que parecían ser, en ese momento, los últimos días de Fidel Castro”, señaló. “Nos sorprende la cantidad de declaraciones publicadas ayer en el Wall Street Journal que pasaron sin la verificación editorial debida”.

El diario no respondió de forma inmediata a las llamadas para averiguar más detalles sobre la comisión académica independiente que convocará.

Juan Lázaro, esposo de Peláez, confesó a las autoridades después de su arresto que su verdadero nombre era Mijaíl Vasenkov y que había nacido en Rusia y no en Uruguay, tal y como había dicho durante años.

Hace dos semanas, Peláez, Vasenkov y otros ocho acusados fueron intercambiados entre Estados Unidos y Moscú con cuatro personas declaradas culpables de espiar para Occidente. El acuerdo se ha considerado el mayor intercambio de espías desde la Guerra Fría.

Los lectores de El Diario, una institución que tiene una tradición que les da voz, saben distinguir entre los actos de un solo individuo y los de un periódico con una historia de casi 100 años”, señaló la editorial del diario.

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