Nueve de cada diez grandes empresas españolas aumentó su inversión en sostenibilidad en el último año

Un 91 % de compañías españolas han dedicado el último año a alinear activamente su estrategia de negocio con la consecución de propósitos de impacto social, hasta el punto de que el 40 % ha incrementado su nivel de compromiso en las áreas relacionadas con el control del impacto medioambiental y de la gestión del capital humano, según el estudio Resilience Barometer.

 

Sin embargo, y a pesar de este incremento del gasto en sostenibilidad y en otros aspectos relacionados con el medio ambiente, el buen gobierno y el impacto sobre la sociedad, el 70 % de las grandes compañías españolas reconocen no estar suficientemente preparadas para afrontar el escrutinio creciente en este ámbito procedente de reguladores, clientes, empleados, comunidades locales, accionistas y otros grupos de interés.

En materia de sostenibilidad, las áreas que más preocupan a los directivos españoles, que consideran que sus compañías aún están rezagadas en la materia, son las relativas a la implementación de una estrategia corporativa para fomentar la diversidad (30 %), la contratación y retención del talento (28 %) y el desarrollo de un plan de acción climática (26 %).

Uno de los datos en los que nuestro país presenta más diferencia de percepción es en el referente a la transparencia financiera y la elaboración de informes ESG, y es que la proporción de directivos españoles que se expresó en este sentido fue de tan solo el 17 %, debido a la percepción de falta de preparación... y es que según el estudio, el 87 % de las empresas españolas afirman haber incrementado la inversión en recursos destinados a mejorar el perfil de sostenibilidad y cumplimiento ESG en los últimos doce meses.

Con la vista puesta en 2022, cuatro de cada diez empresas españolas afirman sentir “presión extrema” para mejorar su perfil de sostenibilidad, al tiempo que un 24 % prevé que las prácticas ESG de su compañía sean investigadas este año por parte del regulador o las autoridades.

Estas preocupaciones son el indicativo de la percepción de una gran fuente de riesgo que las compañías creen que deben atajar mediante la promoción de una base de crecimiento más sostenible. Así las cosas, las cadenas de suministro son uno de los puntos de exposición a riesgos en los que las compañías tienen más dificultad para cumplir con los criterios ESG, según reconocen un 24 % de directivos españoles.

También ha cambiado la percepción de las compañías a la hora de gestionar los riesgos ESG, de forma que ya no se trata solo de principios o valores, sino que muchas compañías españolas han empezado a detectar oportunidades comerciales asociadas a una mejora de su perfil de sostenibilidad. En este sentido, el 82 % de participantes en el estudio declaró estar cambiando su acercamiento a la ESG, pasando de un enfoque de gestión de riesgos a uno de identificación de nuevas oportunidades de negocio.

En este sentido, el 91 % de encuestados por el Resilience Barometer afirmó que las compañías deben administrarse teniendo en cuenta los intereses de todos los stakeholders, y no solo de los accionistas. En este sentido, Juan Rivera, responsable de Strategic Communications en FTI Consulting España, ha afirmado que “tanto los directivos de primer nivel de España como del G-20 siguen teniendo un enfoque quirúrgico sobre los problemas ESG. Lo que demuestra el Resilience Barometer es que cada vez son más conscientes de que oportunidad comercial y responsabilidad social están más y más interrelacionados”.

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