Pese a que las mujeres superan en número a los hombres en el sector de la Comunicación, su presencia disminuye en los puestos más elevados mientras predomina en los más bajos jerárquicamente. Se trata de una de las principales conclusiones incluidas en el Informe Gendercom: brechas y oportunidades de género en la profesión de gestión de la Comunicación en España.
La Asociación de Directivos de Comunicación ha presentado este informe que ha contado con el apoyo del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social y con la colaboración de Euprera, en una jornada en la que Soledad Murillo de la Vega, secretaria de Estado de Igualdad, ha afirmado que “el género no es una problemática, es una coartada para mantener los privilegios de poder”.
Murillo de la Vega ha hecho hincapié en que “las mujeres no tienen problemas, por ellas mismas, para acceder a los puestos de trabajo con responsabilidad, sino que suponen la solución para que otros dispongan de tiempo, el mejor capital que tienen las sociedades contemporáneas”.
Por su parte, el presidente de Dircom, Miguel López-Quesada, ha resaltado la importancia de realizar un análisis de la situación actual del mercado laboral, “ya que solamente conociendo en profundidad las brechas de género que se presentan podremos ofrecer soluciones válidas y rigurosas al tejido socio-empresarial para seguir avanzando juntos hacia la igualdad real”.
Las conclusiones del estudio han sido presentadas por Ángeles Moreno, presidenta electa de Euprera e investigadora del Grupo de Estudios Avanzados en Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos, y por Cristina Fuentes, investigadora del OARS del Med y Premio Nacional de Violencia de Género.
La investigación corrobora con datos científicos las desigualdades de género existentes en el sector de la Comunicación, en el que persisten problemas como el techo de cristal, la brecha salarial y las desigualdades de género en cuanto a las responsabilidades familiares. De esta manera, en el sector de la comunicación existe un acceso mayoritario de mujeres (56,1 %), por lo que puede sufrir los riegos de una profesión feminizada, tales como bajada de salarios, techo de cristal, pérdida de influencia, etc.
La brecha salarial se mantiene en todos los puestos, siendo más reseñable en los cargos directivos. En este sentido, solo un 11,7 % de las mujeres cobran más de 100.000 euros frente al 27 % de los hombres en los mismos puestos de dirección. Además, esta brecha salarial se convierte en un importante factor de insatisfacción laboral para las mujeres, ya que un 95,8 % de las mujeres están poco satisfechas con su trabajo y consideran que su salario es inadecuado, una situación afectada por el conflicto trabajo-vida personal que afecta principalmente a las mujeres profesionales con familiares dependientes a su cargo.
Las mujeres menos estresadas son las que tienen más tiempo de ocio y no tienen hijos o dependientes a su cargo. Por el contrario, un 85,7 % de mujeres que cuentan con muy poco tiempo de ocio son las que tienen personas dependientes o hijos a su cargo. Por otro lado, según el estudio, las mujeres profesionales con familiares dependientes muestran mayores niveles de insatisfacción laboral.
Por otra parte, las mujeres que tienen mayores niveles de estrés son mayoritariamente las que tienen responsabilidades familiares a su cargo (59,1 %), mientras que el 75 % de las profesionales con dependientes a su cargo dedican entre dos y seis horas semanales a trabajo no remunerado en el hogar, mientras que en el caso de los hombres, no se muestra apenas esa correlación entre estrés, familiares dependientes y horas de trabajo no remunerado en el hogar.