Para la agencia, esta situación determina el cambio en las influencias, donde los usuarios se convierten en emisores, pero en un 88 % de los casos permanecen como oyentes a la espera de mensajes de sus pares, según el estudio Reputationz.
En este nuevo panorama mediático, las herramientas de conversación y de seguimiento de lo que se dice sobre una marca, ayudan a conocer el ruido que genera una empresa, por si sola y a través de los consumidores.
La influencia digital y la recesión es un tema íntimamente ligado, que la agencia cree que debe atajarse para evitar que el descontento de empleados o las expectativas de los clientes inunden la red.
En este sentido, la publicación apunta a que la gestión de problemas y el envió de mensajes de continuidad, que tranquilicen a consumidores y empleados, y que anuncien sobre nuevas ofertas y más servicios, es fundamental.
Bassat Ogilvy piensa que los pilares de la nueva comunicación de empresa son escuchar, planificar y sobretodo implicar mediante el diseño y gestión de programas conjuntos, comunidades y sobretodo implicando a los blogueros más influyentes.