Los sectores de la movilidad y el mundo digital acaparan el protagonismo que tradicionalmente tenían otros como la energía, el turismo y la hostelería,según se recoge en las conclusiones del Estudio de campo sobre el estado de la actividad de lobbying en España ellaborado por Alfredo Arceo, doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

En concreto, las diez primeras asociaciones de la movilidad y el transporte se sitúan en este análisis en los dos tramos más altos de cada parámetro: comisiones, número de miembros, antigüedad, número de empleados... en 36 de las 40 mediciones realizadas.

Entre todos los grupos de interés, el sector de la movilidad “no sólo es la gran sorpresa por su capacidad específica de influencia”, señala el autor, sino que, en consecuencia, una gran cantidad de consultoras tienen en los nuevos servicios de movilidad a sus principales clientes.

El estudio destaca entidades como Anesdor, AEC, CETM, Anfac y Sernauto, de manera que el papel que este ámbito económico juega en la sostenibilidad y las políticas energéticas, se une a las nuevas soluciones tecnológicas, en particular, aplicaciones móviles, que se están imponiendo; y cuya regulación, frecuentemente, está por desarrollar o todavía se está discutiendo, tanto en las instituciones como entre la opinión pública, argumenta el estudio.

Respecto al mundo digital, el estudio explica que resulta un sector mucho más desigual en términos de influencia en las políticas públicas, ya que a pesar de su elevada media, “sólo tres organizaciones superan los 100 puntos, quedando su clasificación establecida en gran medida por la contribución de los socios de cada una de ellas” al cómputo global. Se trata de Adigital, Ametic y Tecniberia.

Por su parte, el sector de la energía presenta una variante similar a la del transporte y la movilidad: ocho de los 20 grupos de interés evaluados dentro del mundo energético, es decir, más de un tercio de su muestra específica, logran calificaciones globales por encima de los 100 puntos.

Entre las organizaciones de servicios financieros, sólo tres de las 10 analizadas sobrepasan la barrera de los 100 puntos; y, en el sector del turismo y la hostelería, la proporción asciende a dos de un total de siete asociaciones. En este último caso, a pesar de que la puntuación media de del sector no es muy elevada, la organización mejor posicionada, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) lideraría con su puntación las tablas de los ámbitos de la energía y los servicios financieros; asimismo, quedaría en cuarto lugar en el ranking de transporte y movilidad, y en el tercero si se tratase de una asociación del mundo de la transición digital.

En lo relativo al sector de la salud, Farmaindustria es un grupo de interés que destaca pero, por detrás de ella, de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio) y de algunos colegios o sociedades médicas, los resultados de los grupos de interés sanitarios se vuelven más discretos en términos de influencia, siempre según el trabajo de Alfredo Arceo.

En relación a las asociaciones generales, las puntuaciones finales de CEOE y Cepyme “resultan inalcanzables para cualquier asociación sectorial, por muy grande, activa e influyente que ésta sea”; y en el ámbito de las consultoras, de acuerdo con los datos obtenidos en este análisis, se observa que aquellas con más años de experiencia en el mundo del lobbying tienden a ocupar los primeros puestos de su correspondiente ranking.

El trabajo concluye que, globalmente, la consultoría de Asuntos Públicos es una actividad joven, pero eso no quita que tres de las cuatro primeras consultoras estén especializadas en esta materia. Así las cosas, la primera agencia no especializada en Asuntos Públicos de este ranking cuantitativo de consultoras es Kreab, que figura en segunda posición.

Entre las organizaciones de la sociedad civil, destaca en el ámbito de la discapacidad a Cocemfe y su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y al Grupo Social ONCE y su participación en el Pilar Europeo de Derechos Sociales.

Entre los temas de interés de las entidades y grupos que destaca el estudio se encuentran los fondos Next Generation, los objetivos medioambientales marcados a través de iniciativas como el Pacto Verde Europeo o el plan ‘Fit for 55’, los ERTE y también otros asuntos laborales.

El autor formula, asimismo, una serie de pautas que considera que contribuirían al mejor desarrollo de la actividad de lobbying en España, tales como realizar un esfuerzo colectivo por estandarizar la transparencia, crear un registro español unificado para los lobistas de ámbito estatal, una Ley Integral Reguladora del Ejercicio de las Actividades de Lobbying que regule la obligaciones para la entrega de información pública o la creación de un organismo de autorrregulación en el sector de los Asuntos Públicos.