La presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, ha pedido al Gobierno español que dé muestras de su compromiso con la libertad de información y apoye y respalde a los periodistas que cubren la actualidad marroquí. La presidenta de la FAPE, que realizó esta petición en declaraciones a El Mundo, defendió la actuación de los profesionales españoles en la reciente crisis del Sahara Occidental. “Este trabajo es la mejor forma de contestar las críticas de las autoridades marroquíes acusándonos de tergiversar el conflicto en El Aaiún”, subrayó.
 
Elsa González opina que responder de forma directa al Gobierno de Marruecos sería “degradarnos” y considera que el último comunicado del Ministerio de Comunicación marroquí es una muestra más de “su desprecio a la libertad de expresión y la pluralidad informativa”.

La presidenta de la FAPE destacó que los periodistas españoles ejercen la profesión cumpliendo con su obligación de atender el interés de los españoles e incidió en que su trabajo “en un momento delicado por muchos motivos para el periodismo español, es un ejemplo para la profesión y eleva el verdadero valor del periodismo".

Por su parte, la Asociación de la Prensa de Madrid ha mandado una carta abierta a los Gobiernos de Marruecos y España, expresando el desagrado con el que han actuado, respecto al bloqueo informativo que sufren los periodistas españoles. En la misiva, se afirma que se han trasladado estos días a los gobiernos de Marruecos y de España la protesta y condena de los periodistas por el maltrato que la policía y otros funcionarios públicos  marroquíes han dispensado a los corresponsales. Un maltrato que empezó por la limitación de sus movimientos, siguió con la suspensión de vuelos y de credenciales y concluye con la detención  y expulsión de algunos compañeros que habían llegado a El Aaiún.

La organización defiende que este comportamiento revela el rostro más lamentable del régimen marroquí, las restricciones a la libertad que aplica, que retratan la debilidad de quienes las practican. Evitar el escrutinio de la prensa, obstaculizar el trabajo de los periodistas es un indicador evidente de que tratan de ocultar violaciones de los derechos y de las libertades de las personas. La nota termina destacando que "nos llama la atención la tibieza, la lentitud y la debilidad del Gobierno español a la hora de condenar estos hechos, de defender a los periodistas españoles y de esmerarse en la defensa de las libertades y de los derechos humanos. Los periodistas han cumplido con su deber, los gobiernos no".