La era Trump cambia el panorama mediático norteamericano

Recientemente se ha anunciado la compra de Time Inc. -dueña de más de 100 revistas, entre ellas Time, Fortune y Sports Illustrated- por parte del grupo de televisión local y prensa especializada Meredith por 2.300 millones de euros. De esta manera, el gigante neoyorquino que inventó el semanario moderno cuando Britton Haden y Henry Luce fundaron la revista Time en 1923, ha pasado a pertenecer a una empresa de Iowa que cuenta con una quincena de televisiones locales y publicaciones como las revistas Shape y Parenting, dedicadas, respectivamente, a la salud de la mujer y a los padres de niños pequeños.

Es solo un ejemplo de que los medios generalistas están cayendo en manos de empresas con publicaciones con nichos muy concretos y televisiones locales, y gigantes del cable y la telefonía móvil que controlan la distribución de contenidos.

La operación también supone la entrada en los medios de un actor nuevo: Koch Equity Development (KED), el fondo de private equity de los hermanos David y Charles Koch, dos multimillonarios con un patrimonio conjunto estimado de 96.000 millones de dólares (81.000 millones de euros), que son los principales financiadores del Partido Republicano.

Cuenta el diario El Mundo que KED aporta 650 millones de dólares a Meredith, y a cambio recibirá acciones preferentes que le darán un fantástico interés del 8,5 % anual, aunque sin representación en el consejo de administración.

Pero la debilidad de la prensa generalista en EEUU no se circunscribe a los medios tradicionales. La concentración de la publicidad on-line -Google y Facebook tienen el 60 % del mercado, y su cuota sigue creciendo- está pulverizando las páginas web generalistas, que no transforman sus audiencias en ingresos.

La archifamosa BuzzFeed, que ha abierto hace poco una sede en España, no va a llegar este año a los 300 millones de dólares (253 millones de euros) de facturación, frente a los 350 presupuestados, por lo que va a despedir al 8 % de la plantilla. Vice Media tampoco va a alcanzar los 800 millones de ingresos previstos. Y Mashable ha sido vendida a la empresa de contenidos on-line Ziff Davis por 50 millones de dólares.

Hay otro factor que refuerza la concentración: el cambio de la regulación. La Comisión Federal de las Comunicaciones (FCC) va a levantar la prohibición de que la misma empresa tenga una radio, una televisión, y un periódico en el mismo mercado, y va a cambiar el sistema que emplea para medir la cuota de mercado en televisión.

Con ese segundo cambio, Sinclair podrá hacerse sin problemas con el control de Tribune, una de las mayores compañías de periódicos y televisión local de EEUU. Sinclair es la mayor empresa de televisión de todo Estados Unidos por número de estaciones, pero nunca se habla de ella porque sus televisiones son todas locales.

Por otra parte, Verizon ha adquirido el portal de internet Yahoo!, la empresa de medios The Huffingon Post, y un acuerdo para la retransmisión a teléfonos móviles de partidos de fútbol americano. Verizon quiere continuar por esa senda, y ha pujado por el estudio Twenty-First Century Fox, que Rupert Murdoch quiere vender.

Otras que han expresado interés en ese estudio han sido Disney y Comcast. Y la primacía de los distribuidores sobre los productores de contenido va a dispararse próximamente, cuando la FCC termine con la neutralidad en la Red y permita a los distribuidores -como Comcast, AT&T y Verizon- cobrar precios diferentes a cada productor de contenidos -como Disney, NBC o Twenty-First Century Fox- para distribuir sus creaciones on-line.

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