Robin Kiely, el hasta la fecha director de comunicación de Ryanair, acaba de abandonar la compañía aérea para dedicar más tiempo a su familia.
Kiely entró en Ryanair en 2013, cuando la compañía era todavía poco sensible a los problemas de comunicación. En el tiempo en el que dirigió el departamento de comunicación, se desarrolló el servicio de redes sociales, en las que la compañía es seguida por cinco millones de clientes.
El responsable de comunicación y relaciones con los medios de Ryanair ha declarado a una publicación irlandesa que ha sido una experiencia interesante en la que ha aprendido mucho, y en la que ha afirmado: “pienso que trabajar en esta compañía no es un mal trabajo, sino que es un desafío que consigue ser muy satisfactorio cuando se logran los objetivos”.
Kiely ha declarado además que “las relaciones públicas tienen un papel importante en este negocio, pero el trabajo ha cambiado mucho, al igual que la propia aerolínea”, para afirmar que el enfoque de las relaciones con la prensa en Ryanair ha cambiado en los últimos tiempos, pasando de uno agresivo a la creación de lazos intensos con los periodistas.
Kiely ha indicado que va a ayudar a la compañía a conseguir un reemplazo para su trabajo, y se ha comprometido a ayudarle en lo que pueda, ya bque reconoce que el trabajo en esta compañía es bastante endemoniado.