El director general de Comunicación de la Generalitat de Cataluña, Jaume Clotet, defiende en un libro la creación de un ejército catalán. Según él, en una Cataluña independendiente, "la cuestión de la defensa y la seguridad colectivas" debe incluir, "naturalmente, la obligación y la necesidad de disponer de una fuerza militar". 

Los diversos autores del volumen Política de defensa y Estado propio (Editorial Base), que llegará a las librerías en los próximos días, abordan el debate sobre "la política de defensa en vísperas de la creación de un Estado catalán", y se muestran favorables a "asumir, de manera responsable y sin complejos, una política de defensa homologable a a de los países de nuestro entorno geográfico".

El director de Comunicación de Carles Puigdemont se ocupa del primer capítulo, en el que admite que el debate sobre si una Cataluña independiente debería tener ejército, ha generado enfrentamientos entre los partidos soberanistas. En su opinión, "el hecho de no haber dispuesto de fuerzas armadas de obediencia catalana durante tres siglos ha provocado que no exista ninguna doctrina militar catalana". 

Sin embargo, una Cataluña independiente sin fuerzas armadas sería "un caso insólito"."La mejor opción es que cada Estado cuente con su propia política de defensa y con sus fuerzas armadas, que constituyen su columna vertebral. No en vano esta es la conclusión a la que han llegado la práctica totalidad de los países del mundo", añade.

Clotet asegura que un Estado independiente sin política de defensa "dejaría de ser" en realidad "independiente, porque quedaría sometido e indefenso ante los intereses estratégicos de otros Estados, de las organizaciones terroristas globales, de los piratas informáticos, de traficantes de personas y drogas...". 

Tras afirmar que "muchas veces no hay más remedio que el uso de la fuerza para conseguir el fin de conflictos armados y estabilizar situaciones críticas", Clotet asegura que "un Estado catalán es perfectamente capaz de asumir el coste de su política de defensa". Y también ataca la visión negativa de los ejércitos que ha asumido una parte de la sociedad y los partidos catalanes.

"Tres siglos de dominación militar por parte de otro país [España] han impreso una percepción social negativa (muy comprensible) del concepto militar", ha añadido, para afirmar que sin embargo confía en que, "con el paso del tiempo, previsiblemente la sociedad catalana pondrá en valor su política de defensa y percibirá sus beneficios".