La sostenibilidad del nuevo modelo de negocio de los medios, la tiranía de las audiencias, la competencia con plataformas de búsqueda, redes sociales, e influencers, o la mercantilización de la información han sido, entre otras, abordadas por una serie expertos que han participado en la mesa redonda “La nueva era de los medios”, durante la segunda edición del Programa de Transformación Digital, organizado por la Asociación de Directivos de Comunicación.

En el panel han participado Virginia Pérez Alonso, adjunta a la Dirección en Público; Lucía González, responsable de Verne.es; Belén Carreño, redactora jefe de Economía de diario.es; Carlos Hernanz, adjunto a Dirección de El Confidencial; y Laura Sanz, directora de Audiencias de El Español; moderados por Carmen Queipo de Llano, de la Vocalía de Innovación de Dircom.

Entre las conclusiones de esta sesión destacan que los medios se encuentran en medio de una revolución digital que les obliga a reinventarse y que todavía tardará algún tiempo en estabilizarse. Los medios están buscando un modelo de negocio sostenible que por el momento se están llevando las plataformas de búsqueda y redes sociales, que se nutren de sus contenidos y son las que están monetizando más y mejor la publicidad y las audiencias.

El rigor y la ética periodística son esenciales para consolidar su propuesta de valor, mientras la competencia por la audiencia con los buscadores y las redes sociales está cambiando sus fórmulas de gestión. Estas plataformas, que no son medios de comunicación, se han convertido en los canales para distribuir contenidos y ponerse en contacto con las audiencias. Además están ganando la credibilidad del público frente a algunos de los medios de comunicación tradicionales.

Los medios no pueden prescindir de estos canales para generar tráfico hacia sus contenidos; mientras las plataformas de Internet suponen también un amplificador de sus contenidos que nunca antes se habían alcanzado en un medio de este tipo.

En el ámbito digital la medición en tiempo real permite conocer datos que miden el grado de interés de los contenidos y proporcionar información que satisfaga a la audiencia; pero no siempre los dan a conocer a la redacción para no condicionar demasiado al periodista sobre lo que es más visto o leído. Comparten que es necesario mantener un equilibrio entre lo demandado por el público y la información relevante para entender el contexto político y social, ya que consideran que es una misión de los medios proporcionar la información relevante que ayude al público a entender la realidad.

Por otra parte, los sistemas de medición de audiencia que proporcionan las nuevas tecnologías han transformado la visión de qué contenidos son relevantes para su audiencia. Antes no había ese conocimiento, que también representa una oportunidad; y los medios reconocen que conviven diferentes tipos de información para satisfacer diferentes tipos de público.

Aunque la reputación y la influencia es también importante para los medios,; en ocasiones más que la audiencia; la era de la posverdad en la que los algoritmos o motores de búsqueda alimentan el sesgo de la información que se consume, lleva al contenido que te ha interesado y no te muestra una visión general de la realidad.

Por otra parte, se habló de los bulos o falsas noticias se han convertido en un reto para informadores y marcas. Desmentirlos ahora es más complicado; mientras que las plataformas y redes sociales se han convertido en prescriptores de contenidos que drenan la realidad y retroalimentan el sesgo informativo, a la vez que ganan influencia los medios digitales frente a los medios tradicionales entre la audiencia, hasta el punto de que estos últimos están siendo considerados como parte del establisment o sistema.